jueves, 31 de mayo de 2007

Una reunión poco usual

lunes, 28 de mayo de 2007

Encontrar el espacio adecuado

De la mano con mi avance en tecnología personal (al estar estrenando portátil), encontré el espacio idóneo para ejercitar esta disciplina.

Después de la jornada, cómodamente recostado en mi cama; sin cables, ni ambiente de oficina, parece ser que las letras fluyen de mejor manera. La buena música, también compañera, hace que la noche se conjugue de manera perfecta con el teclado, y la disciplina renazca.

Hoy el mundo y sus locuras siguen fluyendo: que la libertad de prensa coartada por allá, que la discriminación del fútbol en altura por acá, la guerra y sus mercaderes, las avalanchas de lodo, Miss Universo y sus tontas preguntas (y más tontas respuestas), el verse por primera vez en televisión, los recuerdos recalcitrantes, la vida, las pasiones; en fin, todo junto en uno de tantos días, donde el mundo y sus locuras invaden por todo lado.

Un minuto de silencio por todos los muertos, una vida de regocijo por los vivos que quedamos, un trago de somnífero por todas las estupideces, una cerveza y un vino por la alegría que se escurre en los rincones.

viernes, 18 de mayo de 2007

Lo que con mucho trabajo se adquiere más se ama

Esta aristotélica frase inspira el post de hoy. Espero que esta disciplina constante de escribir sobre todo y sobre nada, que resulta bien trabajosa si se hace diariamente, inspire vedadero amor por este espacio.

jueves, 17 de mayo de 2007

Una noche para recordar

Esta noche, la de mi cumpleaños, estuvo de lujo. El doce de mayo de 2007 será una noche para recordar. El vino, la buena mesa y la belleza abundaron generosamente. También este artículo se convierte en mi primera vez en cuanto a creación de álbumes blog se refiere

Cumpleaños 33

miércoles, 16 de mayo de 2007

Un pequeño desquite

Aunque el propósito de este espacio era disciplinarme con la escritura diaria, ya son varios los días de ausencia. Comprendo entonces la dificultad del oficio del escritor, pero estas irrelevantes palabras vienen a suplir en algo la larga sequía.

Esta ha sido una semana alejado del PC en las noches, razón por la cual espantan por acá, pero espero que esta situación no dure mucho más y así comenzar la disciplina en firme.

Por el momento los dejo con una excelente pieza de sabiduría cotidiana.

viernes, 11 de mayo de 2007

Aprendiendo a publicar videos en esta vaina

El protagonista de este, mi primer video en la web, es mi vivaz mascota, llamada Ñoño. Podrán ver en esta pieza sus movimientos felinos, y su inmediata disposición ante los llamados de su amo.

Primer trasteo en la blogosfera

No existe trasteo fácil. Sobre todo decisión de trasteo fácil, pero cuando me puse a jugar con las plantillas de diseño para mis blogs, encontré muchas limitantes en Blogger. Decidí entonces trastiar mis dos blogs actuales a wordpress: Catando y Divagando, y Technoquimera. Para que, pero quedaron bien bonitos los sinvergüenzas.

Guardo de todas maneras un apego sentimental a Blogger, por lo cual decidí crear una verdadera vitácora personal en este sitio (antigua Tecnosfera según Correa, que en paz descanse y resucite como Technoquimera), en donde espero escribir a diario sobre lo que se me venga en gana.

Me deseo mucha suerte en este empeño.

miércoles, 2 de mayo de 2007

¿Qué es la web 2.0?

Una introducción para los detractores del término

Para muchos amantes de los términos de moda, o personas tremendamente informadas en lo que a tecnología web se refiere, el título de este artículo resultará “atrasado”, “retrógrado”, “pasado de moda” (la otra realidad es que sigue habiendo en el mundo millones de personas que ni siquiera saben lo que es “Microsoft”). Esta afirmación, quizás inapropiada para generar expectativa con respecto a este contenido –ya que “atrasado”, “retrógrado” y “pasado de moda” son calificativos poco atractivos en estos vertiginosos tiempos–, la realizo con mucho conocimiento de causa, como parte de un reto para quienes ya consideran antigua –y quizás por ello carente de importancia– la temática que pretendo traer a colación.

Debido al empeño puesto en esta humilde pieza de investigación, encontrándome en las profundidades conceptuales de tan polémico término (web 2.0), tratando de capturar su esquiva esencia –con la lectura y relectura de innumerables artículos– he encontrado exacerbadas críticas (paradójicamente gracias a mecanismos propios de la “Web 2.0”) contra los que persistimos en seguir escribiendo al respecto. Aunque me aparto radicalmente del concepto de “descubrimiento” que puede motivar los planteamientos propios de este tipo de disentimiento (dentro de mis frases preferidas está la de Proust que plantea: “El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener ojos nuevos”), considero sumamente útiles dichas posturas, que desenmascaran un fallo fundamental en la acepción original planteada por O´Reilly, y la subsiguiente carrera por acuñar “el término de vanguardia”. La utilización de la nomenclatura 1.0, 2.0, 3.0, 4.0 (¡ya existe!), 5.0 (¡ya vendrá!), puede resultar engañosa.

En particular, cuando encontré en la maraña de artículos sobre la Web 2.0, el para mi enteramente novedoso término “Web 3.0” –precisamente como parte de una crítica a quien escribía sobre la “antigua materia”– no me quedó otro camino que empezar a consultar, con cierto desasosiego, las definiciones de este nuevo vocablo, que implicaba un inexorable conjunto de incómodos calificativos (“atrasado”, “retrógrado”, “pasado de moda”) para el fruto de mis esfuerzos investigativos. Afortunadamente pude darme cuenta que en realidad “Web 3.0” es un concepto que conocía mucho antes de poder siquiera experimentar el de “Web 2.0”, y que puedo afirmar se sitúa en un campo muy diferente (pero relacionado; tocará escribir próximamente un artículo al respecto). Si hablamos de “Web Semántica (ahora llamada 3.0)”, y de “Web Social (o Web 2.0)”, podremos plantear de manera muy precisa que estos fenómenos se deben entender y estudiar por separado y no necesariamente, el uno (3.0 y superiores), debe ser considerado como de mayor estatus que el otro (2.0 e inferiores), o la evolución que condene al otro al ostracismo intelectual. Por eso propongo que otorguemos a los numeritos “1.0 y subsiguientes” un valor meramente romántico y anecdótico, y no uno que nos desvíe de la verdadera importancia de los conceptos que tratan de representar.

Invito pues a los detractores del término, a comprobar con la lectura de este artículo, si el vocablo “Web 2.0” en verdad está mandado a recoger, o puede seguir representando riqueza para quienes nos acercamos a él con “ojos nuevos” y espíritu profundo.

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