lunes, 28 de mayo de 2007

Encontrar el espacio adecuado

De la mano con mi avance en tecnología personal (al estar estrenando portátil), encontré el espacio idóneo para ejercitar esta disciplina.

Después de la jornada, cómodamente recostado en mi cama; sin cables, ni ambiente de oficina, parece ser que las letras fluyen de mejor manera. La buena música, también compañera, hace que la noche se conjugue de manera perfecta con el teclado, y la disciplina renazca.

Hoy el mundo y sus locuras siguen fluyendo: que la libertad de prensa coartada por allá, que la discriminación del fútbol en altura por acá, la guerra y sus mercaderes, las avalanchas de lodo, Miss Universo y sus tontas preguntas (y más tontas respuestas), el verse por primera vez en televisión, los recuerdos recalcitrantes, la vida, las pasiones; en fin, todo junto en uno de tantos días, donde el mundo y sus locuras invaden por todo lado.

Un minuto de silencio por todos los muertos, una vida de regocijo por los vivos que quedamos, un trago de somnífero por todas las estupideces, una cerveza y un vino por la alegría que se escurre en los rincones.